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David Lorenzo 00:54 9 jul 2012 (UTC)Merenguemilengue india viuda


Para comenzar, definamos el satí como el rito por el cual una mujer que se queda viuda tiene que quemarse en la pira de cremación con él. Esta costumbre, que para los occidentales nos llama mucho la atención, es ley de vida para los hinduistas. Para llevar a cabo esta reflexión me voy a basar tanto en documentación como en la película Agua. En esta película vemos como una niña de ocho años se queda viuda, aunque ni se acuerde del día de su boda debido a su juventud. Destaca el comportamiento que tiene como niña que es pero que tiene que llevar una vida de viuda, llena de privaciones, y donde su propia vida no vale nada.

En la mitología hindú, Satí es el nombre de una hija del mítico patriarca Daksha, la cual se prendió fuego a sí misma cuando su padre insultó a su esposo, el dios Shivá.

Y es en esta cultura hindú donde a la mujer no se le da ningún valor fuera de la institución del matrimonio. La viuda se convierte en un cero a la izquierda, pierde su dinero, posesiones y todo lo que tenga. Ya que cuando pierde al esposo sólo le quedan tres opciones, la primera sería quemarse con el esposo, la segunda llevar una vida de abnegación (donde se basa la película) para llegar al cielo o reencarnarse en un hombre y por último podría casarse con el hermano pequeño del marido. Como se menciona en el film todo esto es por motivos económicos, la viuda es una carga que hay que alimentar, darle una cama… por lo que es una manera de librarse de ellas enmascarándolo con el mundo religioso.

Por lo tanto, una viuda en la India puede recibir dos muertes. Una física si decide incinerarse con su marido (ya que es un acto voluntario en la mayoría de los casos, aunque muchas veces la presión social la hace obligatoria). Y la otra muerte sería la social, quedarían recluidas en una casa de viudas y junto con ello vivirían en la más absoluta marginación ya que son cruelmente estigmatizadas. El rechazo social las obliga a identificarse con saris completamente blancos, y en el momento de enviudar les rapan el pelo y le cambian la señal de la frente. Su sola presencia es considerada un mal augurio y el contacto físico era evitado por considerarlas como mujeres infectadas. Pero uno de los grandes enemigos de estas viudas son ellas mismas, como vemos en la película, muchas viudas defienden esa vida y costumbres porque creen que si no lo hicieran traicionarían los textos sagrados, renegando a su religión.

Con la película vemos la fuerza que tuvo Gandhi a la hora de devolverles la vida a estas viudas. El profeta Gandhi defendía que las viudas pudiesen elegir su futuro cuando su marido fallece, con la posibilidad de volverse a casar y sentir el amor. Gandhi pregonaba la total fidelidad a los dictados de la conciencia, llegando incluso a la desobediencia civil si fuese necesario (como en esta costumbre).

Tanto en esta tradición como en la película el papel del agua es fundamental y más fuerte se convierte el simbolismo del agua en el río Ganges. Este río es uno de los grandes ríos del subcontinente indio. Durante mucho tiempo ha sido considerado un río sagrado por los hindúes, que lo han adorado como la diosa Ganga del hinduismo.

Se cree que cada inmersión en el río sirve para expiar un pecado. Además, depositar las cenizas de un cadáver en el Ganges evita el ciclo de las reencarnaciones al difunto. Los hinduistas realizan continuas peregrinaciones al río para bañarse en él (junto con la ropa y animales) o meditar en sus orillas. Lo utilizan también como medio para las comunicaciones.

Pero junto a esta purificación que aporta el rio hay una contradicción: la contaminación. Los productos que lo contaminan incluyen restos de las cremaciones humanas, esqueletos de animales, aguas residuales y desperdicios... A esto hay que añadirle incluso de que no es extraño encontrar cadáveres enteros de personas y animales flotando en sus aguas. Por lo es una fuente de vida que puede llegar a contener bastantes peligros para la misma (insalubridad).

Aunque la práctica fue abolida, en la actualidad, cada vez ocurren menos casos de satí, pero aún se dan…

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