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Mapuches chilenos


Laura Martínez Márquez


PROGRAMA: Gente de la tierra. CHILE


· SECCIÓN 1:' Música.


· 'SECCIÓN 2:' Alguien dijo…


José Bengoa Cabello: “Yo creo que la relación entre el Estado chileno y el pueblo mapuche es extremadamente traumática. Una relación de permanente ambigüedad, de doble discurso, de “garrote y zanahoria”, de decir: nosotros no somos racistas, pero actuar con un racismo muy fuerte. Hay una relación muy contradictoria entre la sociedad chilena y la sociedad mapuche. No existe, como hay en otros países, una relación puramente represiva. Aquí normalmente las autoridades siempre tienen el discurso de la “importancia de la raza araucana” de “nuestros ancestros”. Nadie se atreve a decir públicamente que está en contra de sus reivindicaciones. En las encuestas en Santiago, un 80% de la población dice estar de acuerdo con las demandas mapuches, pero cuando se va a cosas más concretas aparecen el grito de “indio”, el desprecio o la discriminación. Ningún senador va a decir que está en contra de la existencia del pueblo mapuche, sin embargo ya van dos veces que se envía un estatuto para dar el reconocimiento constitucional a los pueblos indígenas y las dos veces es rechazado. Es una relación muy hipócrita, llena de contradicciones”.


· 'SECCIÓN 3: 'Antropología sin dolor.


José Bengoa Cabello nació el 19 de enero de 1945. Es un historiador y antropólogo chileno, conocido principalmente por sus ensayos sobre los mapuches. Los mapuches eran la población original prehispánica del actual territorio de Chile. El actual conflicto mapuche es un problema de tierras y de pobreza, de territorio y de autonomía, es un problema político, etnopolítico y geopolítico.


Bengoa es licenciado en Filosofía y se ha especializado en temas de historia y cultura. Fue secretario docente de la Escuela de Economía de la Universidad de Chile, de donde fue exonerado después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Ha enseñado en la Escuela de Antropología de la Academia de Humanismo Cristiano en Santiago de Chile, de la que ha sido rector, y ha sido profesor invitado de numerosas universidades como las de Indiana, Cambridge, la Complutense de Madrid y la de París. Es miembro del Grupo de Trabajo de Minorías de las Naciones Unidas. Además, preside la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza, a la que pertenece desde su creación. Fue director de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas, organismo asesor del ex presidente Patricio Aylwin encargado de elaborar una nueva ley indígena, la cual se aprobó en 1993.


En el año 2000, el presidente Ricardo Lagos llamó a José Bengoa a integrar la Comisión llamada “Verdad Histórica y Nuevo Trato”, encargada de encausar el diálogo y mejorar la relación de los pueblos indígenas con el resto del país. Se le nombró miembro del Consejo Nacional de Ciencias Sociales de la Comisión Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas.


El libro de José Bengoa titulado “Historia de los antiguos mapuches del sur. Desde antes de la llegada de los españoles hasta las paces de Quilín” publicado en el año 2003, fue un trabajo novedoso e interesante que permite reflexionar y elaborar propuestas interpretativas sobre el contacto hispano-indígena en los territorios meridionales de Chile. Llevando su mirada más allá de los siglos XIX y XX, también estudiados por él, José Bengoa se centra en las vicisitudes que envolvió el primer siglo de encuentro entre los peninsulares y las parcialidades nativas de Biobio, poniendo el punto y final de su recorrido histórico en la implantación de las célebres paces de Quilín, encabezadas en el bando español por el Marqués de Baides el 6 de enero de 1641.


El libro está organizado en tres grandes secciones y está estructurado en 16 capítulos temáticos que siguen un orden apegado a la cronología de los acontecimientos. La primera sección se titula “La sociedad ribereña”. En ella se ilustran los orígenes y formas de vida de los mapuches de los días de la conquista, sus usos y costumbres, los diversos niveles de integración sociopolítica por los que se relacionaban los grupos de parientes y amigos, las reglas matrimoniales que regían el intercambio de mujeres, las modalidades organizativas que adoptaban al momento de enfrentar una amenaza externa, además de conjeturar sobre el potencial demográfico que detentaban en aquellos días, aproximando también al lector a las diversas modalidades económicas como la caza, la pesca, la recolección y la actividad ganadera y agrícola. El aspecto más interesante y la propuesta central de esta primera sección es el reconocimiento de un mundo aborigen estrechamente ligado a los sistemas lacustres y cursos fluviales que bajan desde los faldeos andinos para desembocar en la inmensidad del Pacífico. Los ríos de ser tradicionalmente concebidos como hitos fronterizos pasan a ser reconocidos como vías de comunicación expeditas gracias al desarrollo de eficientes sistemas de navegación, como el caso de la piragua. Para José Bengoa, las cuencas hídricas de la Araucanía son verdaderas rutas de integración entre las unidades parentales involucradas en la dinámica de las relaciones intraétnicas. El autor rescata un aspecto escasamente tratado de la forma de vida de los mapuches como fue su estrecha relación con las redes fluviales.


La segunda sección del libro se titula “La guerra del sur” y se centra en las transformaciones que sufrió el mundo mapuche a raíz del contacto con el acero español. Argumenta que el impacto de la conquista se tradujo en una desaparición paulatina de la sociedad ribereña, puesto que los mapuches se habrían visto en la desesperada obligación de reducir sus sembrados ante el peligro de las campeadas, lo que dio lugar a un creciente proceso de sedentarización, hecho que se vio potenciado por la incorporación del caballo que permitió dinamizar el patrón de asentamiento indígena.


En sus comienzos José Bengoa indica que la guerra indígena estuvo investida de un carácter “ritual”, desde la junta de convocación hasta el final de la lucha el ejercicio bélico estaba matizado por una serie de ritos en los que se buscaba confabular al mundo sobrenatural, el de los ancestros. La violencia desplegada no era más que el medio por el que se buscaba resarcir el agravio recibido. Todo esto operaba en un escenario en el que la paz y la guerra eran dos polos en los que se transitaba alternadamente. El autor afirma que la lucha prácticamente ininterrumpida fue el motor que permitió el origen de los mapuches especializados en la práctica bélica. La guerra se convirtió en un medio para alcanzar prestigio. Como consecuencia de esto comienza un proceso de cambio denominado de secularización de la guerra, ya que esta actividad se desliga parcialmente de sus aspectos puramente rituales y religiosos y comienza poco a poco a entrar en la lógica militar del enemigo. El fin era lograr el exterminio del rival. Bengoa resalta en el libro estas transformaciones, la rearticulación y adaptación constante que habría sufrido la sociedad indígena en pro de la resistencia.


Finalmente, en la tercera sección titulada “De la liberación a la paz”, el autor habla de las consecuencias del alzamiento general de 1598 y de las bases que comenzaron a consolidar la constitución del mundo fronterizo, de entre las cuales la implementación del sistema de los Parlamentos fue uno de los hechos más destacados. Esta sección se trata de una síntesis de todo lo que han señalado otros investigadores centrados en la temática mapuche.


· 'SECCIÓN 4: 'Tapeando por el mundo.


Chile ofrece una gastronomía abundante y variada, llena de sabor y color. Su cocina tiene influencias de la cocina indígena, española, francesa e italiana, donde hay que destacar productos como frutas, legumbres, choclo (maíz), patatas, carnes y una gran variedad de pescados y mariscos.


Los conquistadores que llegaron a Chile trajeron productos como el trigo, el cerdo, las ovejas, los pollos y las vacas. En el siglo XVII las monjas dieron un gran impulso a la cocina colonial chilena que consistía en un primer plato de ave, carne o pescado, un guiso abundante y las frutas como postre. Terminaban las comidas con un agua de hierba.


En el mismo siglo llegaron de México el ganso y el pavo, y de Jamaica melones y sandías. También mariscos y pescados. Las bebidas más populares eran el chocolate y el mate.


En el siglo XVIII llegaron al país el café y el té. El tratamiento de la caza (conejos y venados) se hace con salsas de frutas. El menú se hace abundante y variado con carne de cerdo salada, mezclada con patatas, chícharos, cebollas y repollos.


Como consecuencia de la extensa geografía de Chile, las recetas de cocina son muy variadas, pero se pueden diferenciar tres zonas gastronómicas:


- Gastronomía del Norte de Chile. Está formada por el aporte de los productos de las culturas indígenas que desarrollaron una intensa agricultura en base a la producción de locoto (pimiento), maíz, oca, patata, quínoa y zapallo (calabazas). En ganadería, se utiliza mucho la carne de alpaca y llama. También se destaca la tradición mariscadora de los changos de la costa. En los valle de la Región de Atacama se produce uno de los aceites de oliva más afamados del país. La cantidad de bebidas alcohólicas y refrescos que se pueden encontrar en la gastronomía del Norte es muy amplia con batidos de frutas, mango sour, pajarete (vino licoroso), serena libre (cóctel de pisco chileno y jugo de papaya), ulpo…


- Gastronomía del Centro de Chile. En la zona central han tomado como aporte indígena productos de la tierra como maíz y diversas verduras y también aportes de las costumbres de los españoles y de la influencia extranjera, principalmente europea, con hábitos como el consumo de té o la introducción de cepas de uvas. En esta zona se encuentran los mejores valles del país con los mejores viñedos para la preparación del vino chileno.


- Gastronomía del Sur de Chile. Esta región ha tenido un gran aporte de la cocina mapuche que aportó productos como maíz, merquén (aliño preparado con ají seco ahumado y otros ingredientes), patatas, porotos (habichuelas), zapallos y la gallina mapuche. Otro aporte importante es la cocina chilota muy influida por la mapuche, característica por sus cientos de variedades de patatas y los platos que se hacen con ellas, además de platos a base de mariscos y pescados que constituyen parte importante en la gastronomía sur del país.


Destacan los licores como la chicha de manzana o el licor de oro. Se hace uso de la carne de cordero, de productos del mar y de diversas clases de frutos silvestres.


Entre los platos típicos de Chile se encuentran: el pastel de choclo, llamado Curanto, elaborado con patatas, mariscos, carnes de cerdo, vacuno y pescado, acompañado de vino blanco y aliños; un plato llamado Cazuela, elaborado con carnes que pueden ser de vaca, pollo o pescado, y otros ingredientes como zapallo, choclo, patata, orégano, tomillo, pimienta, zanahoria y arroz; la paella o tortilla de marisco; empanadas chilenas rellenas de pollo, jamón o carne; el Charqui, carne de alpaca o llama deshidratada y salada; o la ensalada chilena, elaborada con tomate y cebolla.


Con respecto al postre y la repostería destacan el alfajor, el dulce de membrillo, el manjar blanco, empanadas dulces, empolvadas, leche asada, churros, pan de Pascua, así como una gran variedad de frutas como papaya, chirimoya, piña, compotas y frutas en almíbar elaboradas con frutas autóctonas, sin olvidar las frutas de sartén como buñuelos y picarones.


En el siglo XX, se ha desarrollado una característica “comida rápida chilena” que se vende en pequeños locales o en puestos de venta ambulante. Se trata de una gran variedad de sándwiches entre los que destacan los llamados “Barros Jarpa”, un sándwich de queso derretido y jamón y “Barros Luco”, con queso derretido y carne a la plancha. Otros platos son el pollo a la brasa, la empanada de queso, las manzanas confitadas o el pan con chicharrones.


En cuanto a la bebida típica chilena destaca el pisco sour, una mezcla de pisco con jugo de limón y azúcar; los vinos chilenos; la chicha de manzana, hecha de jugo de manzana en fermentación; batido de piña; macedonia; plátano con leche; ponche de fruta; y té.


· 'SECCIÓN 5: 'La mitad del cielo.


Desde el inicio de los tiempos, en Chile, a las mujeres se les ha dado menos importancia por parte de los hombres y siempre han sido asociadas mayoritariamente con las tareas del hogar. Sin embargo, en los últimos siglos, el rol de la mujer ha cambiado radicalmente, tanto es así que en Chile, en menos de sesenta años, se ha pasado de tener mujeres sin derecho a voto, a tener una presidenta.


En el inicio de los tiempos, cuando los hombres vivían en cavernas, por ejemplo, siempre se decía que el hombre era el fuerte, el que llevaba el control, el que salía a cazar, el que defendía, traía el alimento y sustentaba a la familia. La mujer tenía una tarea no menos importante pero más menospreciada. Ella, principalmente, era la que criaba a los hijos.


Esa tarea que tenía la mujer de estar en casa dedicando tiempo a sus hijos y a los quehaceres del hogar era un rol mucho más pasivo en la sociedad. El hombre fue adquiriendo cada vez más poder al tener un rol bastante más activo en el que era el encargado de tomar las decisiones.


Este tipo de sociedad chilena se mantuvo mucho tiempo hasta que ocurren dos hechos fundamentales que suponen un cambio radical en el rol de las mujeres en este país.


En febrero de 1877, el Ministro de Instrucción Pública, Miguel Luis Amunátegui, firmó un decreto que facilitaba a las mujeres el ingreso a la universidad. Con este hecho, a la mujer se le abre un nuevo mundo del conocimiento, que antes sólo estaba dispuesto para los hombres. Con la entrada de la mujer a la universidad se rompe con el esquema de que la mujer estaba destinada solamente al hogar y a la crianza de los hijos. La mujer comienza por primera vez a tomar una real independencia. Los estudios universitarios requerían de tiempo, lo que hace que el hombre se vea obligado a comenzar a suplir ciertos roles que antes eran exclusivamente femeninos. Los estudios iban acompañados del trabajo, por lo que ya no era solamente el hombre el que mantenía a la familia, el que llevaba la comida y el dinero.


La figura femenina comienza a tomar fuerza en el ámbito familiar y social. El hombre ve ensombrecida de cierta manera su figura autoritaria, y la mujer va ganando peso en la toma de decisiones, ya que no es el hombre el que lleva el pan a casa solamente, ahora son los dos.


Ese cambio no fue fácil ni rápido. Fue muy difícil de aceptar por parte de la población masculina ya que tenían muy inculcada esa superioridad masculina.


En 1949, durante el gobierno de Gabriel González Videla, se promulgó la ley que estableció el derecho a voto universal de la mujer para todas las elecciones. Este hecho significó la consolidación definitiva de la mujer en la sociedad chilena. Esto también significó la consolidación de la mujer en la política.


En términos laborales, la mujer comenzaba a trabajar a la par con el hombre, pero el hombre aún estaba en la cima de las empresas y tenía los puestos laborales más importantes, al igual que la mujer ganaba menos dinero de lo que el hombre hubiera ganado en dichos puestos de trabajo. Poco a poco esta situación fue mejorando. Comenzaron a aparecer las primeras mujeres gerentes, comienza a haber mayor equidad en los sueldos para ambos sexos y la mujer, poco a poco, comienza a ganar protagonismo.


La mujer fue llegando a todos los ámbitos, a todos los rincones de la sociedad, tal y como lo había hecho el hombre mucho antes. Tal fue la magnitud de la incorporación de la mujer en la sociedad chilena, que en el año 2006, se convierte en presidenta de la república una mujer, Michelle Bachelet.


La integración de la mujer en la sociedad chilena fue un proceso largo y duro de aceptar, pero que repercutió positivamente en la sociedad y fue un elemento fundamental en lo que se refiere al Chile actual. La integración de la mujer abrió a la sociedad chilena, la mente de las personas y dio lugar a un Chile más humano y capaz de cambiar en pro de su integridad. Muchos de los cambios que se están realizando actualmente, ya sean leyes, proyectos o cambios en la sociedad chilena en general, no se hubiesen llevado a cabo sin la apertura de mente que llevó a la sociedad a aceptar a la mujer dentro de ella. Aunque no sea una sociedad tan abierta como las de los países europeos, la sociedad chilena es una sociedad abierta en el contexto de América Latina, o por lo menos mucho más abierta que en tiempos anteriores.


· 'SECCIÓN 6: 'Rincones del mundo.


En Chile, los turistas pueden encontrar todo lo que necesitan en sus vacaciones, desde alojamientos, restaurantes, diversión y ofertas de ocio para todas las edades. Cuenta con más de cuarenta galerías de arte y más de treinta museos de diferente temática, además de bodegas de vino altamente calificadas. Dispone de una óptima infraestructura y de una excelente locomoción, haciendo los transportes los paseos por la ciudad mucho más agradables. También cuenta con una amplia área arborizada ya que está en una zona ecológica conocida como matorral chileno. De Chile podemos destacar varias cosas:


- La gastronomía. Se puede encontrar muy buena gastronomía enriquecida por diferentes influencias recibidas por culturas que han ido mezclándose en el país con el paso de los años. En el Mercado Central se pueden encontrar los mejores pescados de la región que se utilizan para preparar las más riquísimas recetas tradicionales y, aunque el precio es un poco elevado, la calidad y el sabor son únicos.


La combinación perfecta de la ciudad con la buena cocina es visitar “La Giratoria”, un restaurante situado en el piso superior de un edificio histórico de veinte pisos, que cuenta con una plataforma que está en la cima del edificio y que gira completamente, proporcionando al cliente una vista panorámica de la ciudad mientras disfruta de una buena cena o almuerzo.


Además, cerca del Mercado Central se encuentra “La Piojera”, donde se sirve un trago característico de Chile, llamado Terremoto, una mezcla de licores de uva, helado de piña y jarabe. En la ciudad también se pueden encontrar veinte viñedos donde poder realizar degustaciones, ver las distintas formas de cosechar uva e, incluso, participar en la producción de vino.


- Turismo en Valdivia. Chile constituye un entorno paradisíaco. Una de sus ciudades más importantes es Valdivia con una gran belleza y romanticismo gracias a los ríos que la atraviesan y rodean. Se puede navegar por este sendero de aguas cristalinas y observar una gran cantidad de humedales así como playas, puentes o islas. Valdivia está determinada por la inmigración alemana y por su vida universitaria. La ciudad cuenta con diversos museos, salas de exposiciones y un conservatorio de música. Dos actividades culturales durante el año son el Festival Internacional de Cine de Valdivia y el Festival Internacional de Música Electroacústica Ai-Maako. La gastronomía de Valdivia es una mezcla de las culturas mapuche, alemana, española y chilena.


- Monumento Natural Cerro Ñielol. Se encuentra situado en la zona sur de Chile y presenta una superficie de laderas con abundante vegetación. Se pueden encontrar robles, lingues, laureles, ulmos, manzanillas y olivillos que forman parte de la flora de la región. Las especies de fauna también juegan un papel importante con mamíferos emblemáticos en Chile como la guiña, el monito del monte, el zorro chilla y una diversidad de aves como el picaflor, la torcaza, el tiuque, la golondrina y muchas más.


- Cerro el Plomo, patrimonio de la humanidad de Chile. Se encuentra en la zona central de Chile y es uno de los cerros más altos del país con aproximadamente 5400 metros sobre el nivel del mar. Hoy en día es una de las principales atracciones de los andinistas de Santiago, capital chilena.


- Puerto Aysén. Esta región está compuesta por hermosos archipiélagos, imponentes paisajes, ríos, cordones montañosos y amplios bosques con gran variedad de flora y fauna. Destacan el Parque Nacional Laguna de San Rafael, ideal para hacer excursiones y senderismo, los glaciares de San Quintín y los campos de Hielo Norte.


- Vinos chilenos. La producción de vino distingue a Chile del resto del mundo. No solo es una de las actividades económicas del país que aporta grandes beneficios a la economía nacional, sino que representa parte del patrimonio cultural del país.

La tradición agrícola en Chile siempre ha estado relacionada con la producción de vinos de diferentes tipos. Con los avances tecnológicos, la industria de los campos de uvas ha desarrollado mejores capacidades para la importación y exportación, liderando el mercado mundial.


- Actividades culturales. En Santiago de Chile se pueden encontrar una gran variedad de museos, galerías, teatros, plazas, catedrales, palacios… Destaca el Teatro Municipal con espectáculos, óperas, conciertos, ballet, exposiciones de trabajos de artistas locales… El barrio de Bellavista está rodeado de libros, cafés, galerías, artesanías, música, artistas escritores y arte.


- Atacama. Es uno de los puntos turísticos más increíbles de Chile. Se encuentra en el norte de Chile y posee una gran variedad de piscinas, aguas termales, oasis, desiertos, además de un increíble paisaje. El desierto de Atacama posee una gran belleza, además de tener una gran variedad de actividades como montañismo, bicicleta, observación de flora y fauna…


· 'SECCIÓN 7: 'Érase una vez…


Érase una vez un estado de América del Sur llamado Chile. Su cultura es asimilada a partir de la forma de vida, costumbres y tradiciones que existen en la sociedad de ese país. Hace unos 13.000 años, la cultura chilena se inició en la época prehispánica con la llegada de los primeros seres humanos al actual territorio chileno. Más tarde, llegaron oleadas de pueblos invasores como los mapuches y los incas que fueron conformando una cultura ancestral y originaria.


La llegada de los conquistadores españoles supuso importantes cambios culturales para Chile. Se introdujo la escritura, se pasó de una religión animista y politeísta a una monoteísta, y la mezcla de creencias dio lugar a una mitología chilena. También se produjo un cambio en la estructura económica de la época, con cambios en la tenencia y explotación de la tierra, cambios en la base alimenticia, pasándose del maíz al trigo y las legumbres y se introdujeron aves de corral, el cerdo y el ganado vacuno. La introducción del caballo y su uso en la actividad económica, militar y recreacional fue la base del nacimiento de la cultura huasa o cultura criolla chilena.


Durante el período de la independencia de Chile, la cultura chilena se enriqueció con la delimitación de sus fronteras. Actualmente, la cultura chilena es un conjunto de tradiciones, valores y expresiones humanas que dan una identidad al pueblo chileno. Esto se ve reflejado en costumbres propias y en actividades como bailes típicos, el cine, la conservación de monumentos arqueológicos, las fiestas populares, la literatura…


Sus tradiciones religiosas son fiestas o celebraciones que contribuyen a mantener y reproducir las tradiciones locales ligadas a una creencia religiosa, comúnmente asociada a la Católica Apostólica Romana. También destacan los carnavales, celebraciones o festividades locales que conmemoran eventos de importancia para la comunidad.


Con respecto a las tradiciones orales destacan los dichos como por ejemplo “ser pata de vaca” que significa actuar con mala intención y los mitos y leyendas.


El folclore de Chile es el resultado del mestizaje de elementos europeos con elementos indígenas durante el período de la Colonia. Existen distintas danzas y bailes como carnavalito, sajuriana, polka o mazurca que se acompañan con instrumentos musicales como guitarra, arpa, guitarrón, charrango, pandero, tormento o cacharaina.


Deportes típicos como las carreras a la chilena, palín, rayuela, rodeo chileno y trilla a yegua suelta. Entre los juegos destacan la brisca, el luche, el trompo o el volantín.


La fotografía en Chile se ve reflejada en una vorágine de cambios que ha aumentado el interés de los usuarios por este tema. En los últimos años, han surgido centros que enseñan fotografía profesional, periodística y publicitaria.


La música folclórica es una mezcla de sonidos aborígenes con aquellos traídos de España. El baile tradicional es la cueca.


Cuento chileno:


“Una vez los pajaritos organizaron un juego de chueca. La bandurria, el traro, el jote, el chucho, el treile, el zorzal, organizaron un juego de chueca, y entre ellos, un pajarito que anda en el monte, que es dañino para el trigo y al que le llaman de sobrenombre el chanchito, chiquitito, y el loro y la lloica.

Entonces dijeron que ellos iban a jugar. Midieron la cancha y jugaron. Trabajó de hoyero (el que saca la pelota de un hoyo en el medio de la cancha) el traro con el jote, esos eran contrarios, y la bandurria con el pillo, una garza, esos fueron de tapa (jugar de defensa), y el treile con el chanchito, de tapa también, pero chichicho, y el zorzal con el chucho, esos fueron más a la punta, eran punteros, corredores.

Entonces, en la primera salida que se pegaron salió la bola para este lado, para el lado del norte, y se fue, se fue. Y se fueron dando palo, dando palo. En una de esas el chanchito le sacó raya (Ganó un punto sacando la pelota de la cancha), porque el chucho le pasó a pisar el zapato. El chanchito sacó la cuchilla y le plantó una puñalada a la lloica, cayó.

Entonces el treile alcanzó a ver que el otro la había apuñaleado, que estaba coloreando el pecho de la lloica ya, que hasta la fecha quedó colorada.

Entonces dijo el treile: “Tené, Tené” (onomatopeya del canto) “deténgase el juego, que no se juegue más, que se detenga”.

La bandurria dijo: “Jugar no más”

“No” dijo el treile, “detén el juego” porque había un herido “que se detenga el juego.

Detuvieron el juego.

Entonces, el chanchito lo que hizo, se puso el zapato, se vistió con su ropa y se fue al monte a esconder. Desde ese día anda escondido hasta la fecha y no sale a la pampa, sino que anda en el monte, y nosotros mismos no lo vemos y sale sólo a hacer daño en los trigos. Y eso fue por haber apuñaleado a la lloica. Por eso dice la lloica en su verso cuando canta: “con cuchillito fue”. ¿No vé cuando grita? Claro, con un cuchillito la apuñalaron. Así que no se alcanzó a definir el juego. Y la bandurria decía “Jugar no más, jugar no más” (onomatopeya). Así que no pudieron terminar el juego”.

(Relatado por Pedro Huenulef, en Ilihue, Lago Ranco, Valdivia en 1967 (extraido del libro “Cuentos mapuche de Chile, de Yolando Pino S.)

Llama la atención este relato que agrupa a diversas aves y que además de sus fines pedagógicos y de entretención, parece estar configurando una ordenación de las aves del entorno mapuche en una estructura mayor (el juego del palin) dentro de la que se definen sus funciones y posición en relación a las demás, como se ordenan y definen las pieza.



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