La teoría predominante entre la comunidad académica actualmente es la neodarwinista, la vida había surgido y había evolucionado en el planeta porque se daban las condiciones adecuadas para que esto ocurriese.
Pero dentro del ecologismo ha arraigado una creencia denominada la hipotésis de Gaia. Esta teoría de Gaia propone que la vida existente en la Tierra modifica las condiciones de esta para mantener la propia vida. La Tierra ha modificado sus condiciones y los seres vivos han tenido que adaptarse a esas circunstancias cambiantes.
Planeta Tierra
La teoría de Gaia plantea que una vez surgida la vida, los seres vivos que forman el ecosistema terrestre han sido los principales responsables de los cambios operados en el planeta, y esto es lo que hace diferente la Tierra del resto de planetas del sistema solar.
La teoría de Gaia tiene como axioma que vida y medio ambiente están interrelacionados, no hay diferencias entre materia orgánica e inorgánica, son un único sistema en el que una y otra se nutren mutuamente.
Lovelock y Margulis son los padres de la teoría de Gaia.
La idea de un planeta viviente la plantea por primera vez, hace más de doscientos años, el geólogo James Hutton (1726 – 1797) que lo calificó como un superorganismo viviente. También planteaba que los estudios se realizaran fisiológicamente como si estudiarán las funciones de un ser orgánico. La idea principal de Hutton era que la biósfera recicla continuamente la materia orgánica. Esto chocó con la forma en que la ciencia funcionaba en ese momento. El aislamiento entre las distintas cienciasno permitió obtener un modelo holístico de la vida en el planeta Tierra.
Es en el siglo XX cuando personas como Lovelock y Margulis plantea un nuevo enfoque. James Lovelock analizó los procesos fisiológicos autorregulados del planeta Tierra. En 1972 junto a Lynn Margulis publican en la revista científica Atmospheric Environment un artículo “Gaia vista desde la atmósfera” donde describiendo la autorregulación de la atmósfera terrestre.
Lovelock, retoma la idea de Hutton, y asocia los nombres de Gaia, Gea, Pachamama o Madre Tierra al superorganismo “Planeta Tierra” definido como el conjunto de los seres vivientes, los mares, la atmósfera y el suelo.
No hay casualidades, la química de la atmósfera o la salinidad de los océanos son el resultado de la respiración de trillones de microorganismos que la modifican. La materia orgánica trasforma y modifica la Tierra para hacer un planeta más habitable.
La teoría de Gaia se centra en tres aspectos de la biosfera: temperatura, composición de la atmósfera y salinidad de los océanos. Se está ampliando a otros áreas; como la retención del agua en la Tierra, el tamaño de la biosfera, las rocas metamórficas o las formaciones férricas son resultado de la actividad orgánica.
Se especula la posibilidad de que la biosfera sea algo más que el conjunto de todos los seres vivos de la tierra, el mar y el aire. Sin embargo, esto no prueba que la Tierra sea algo vivo, no es verificable científicamente, por lo que, en su propio contexto, no puede ser objeto de ulterior racionalización.
Otro estudioso que aportó más conocimientos a la hipotésis de Gaia es Jacques Monod.
Este enumeró las características de la vida en su libro "El Azar y la Necesidad" (1970) donde destacó tres propiedades características de los seres vivos:
La teleonomía se refiere a la propiedad de todos los seres vivos de ser objetos dotados de un proyecto que representan en sus estructuras y cumplen con sus logros.
La morfogénesis autónoma señala que la estructura de un ser vivo resulta de procesos que no parecen deber casi nada a la acción de fuerzas exteriores, sino a interacciones morfogenéticas del mismo objeto. Las condiciones externas son capaces de trastornar el desarrollo, pero incapaces de dirigirlo o de imponer al ser vivo su organización.
La invariancia reproductiva, es la posibilidad de reproducir y transmitir sin variación la información correspondiente a su propia estructura.
También se unen las ideas de dos científicos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela (1984) planteando como un sistema, tiende a mantener su estructura y mantiene la capacidad de regeneración a pesar de los cambios en sus condiciones externas. Se le llama sistema autopoiético. La vida en el planeta tierra se comporta de esta manera, regulando compuestos orgánicos para atrapar la radiación solar en forma de calor como efecto invernadero (evitando el enfriamiento característico del universo) o reflejando las energía emitida por el sol al exterior evitando su disipación en su interior.
Como reacciona la comunidad científica, principalmente los darwinistas; ridiculizando la hipotésis de Gaia clasificando de místico que exista un ente personificado que concientemente controla el clima del planeta.
Lovelock también afirmó que puede existir una entidad viviente sin que ello implique necesariamente la existencia de consciencia. Lo que generó mayor controversia al calificar al planeta como vivo. La ciencia newtoniana no tiene un método riguroso para separar la materia viva de la inerte y Lovelock considera que la materia viva no se separa de su ambiente inerte, ambos evolucionan juntos, esto es la vida se entiende como una característica planetaria no individual.