La educación, un valor importante
COMENTARIO DE UN ARTÍCULO DE LA “GAZETA DE ANTROPOLOGÍA”:
“EL VALOR DE LA EDUCACIÓN FRENTE A LA CULTURA DE LA VIOLENCIA”
En la página web de la “Gazeta de Antropología” podemos encontrar una gran cantidad de artículos sobre diversos temas.
El artículo que he decidido analizar se titula “El valor de la educación frente a la cultura de la violencia”. Su autora es Isabel Francisca Álvarez Nieto, maestra de Educación Infantil del Colegio Público Poeta Salvador Rueda situado en Arroyo de la Miel (Málaga).
El tema que trata el artículo, como indica su título, es la importancia que tiene la educación frente a la cultura de la violencia que ha proliferado desde hace mucho tiempo en la sociedad.
Al ser la autora del artículo maestra ha centrado el tema en el campo de actuación de los educadores, ya que éstos tienen la posibilidad de inculcar a las generaciones futuras valores de colaboración, paz, tolerancia y respeto de forma transversal a través de la educación para la paz y la convivencia.
En el artículo se presentan distintas guías para afrontar situaciones violentas a través del diálogo teniendo en cuenta los distintos componentes que intervienen en ellas y las posibles soluciones.
El hecho de que en las últimas décadas haya aumentado la intolerancia y la violencia tanto física como verbal en la sociedad, ha llevado a reflexionar sobre los valores que se transmiten a los niños y niñas educativamente.
El objetivo de la educación es el de transmitir a los alumnos conocimientos sobre distintas materias, pero la educación en valores transmitidos de forma práctica también forma parte de éste. No sólo es tarea de los docentes transmitir esta serie de valores, sino que esta transmisión debe continuar en casa a través de sus padres y familiares.
Los docentes deben construir una sólida base para dirigir su actuación a la hora de educar para la paz. Deben comenzar por encontrar las causas que dan lugar al aumento de la violencia en las aulas y en la sociedad. Como indica el artículo, las causas pueden ser varias. Por ejemplo, los cambios sociales y familiares. Actualmente en la mayoría de las familias trabajan ambos cónyuges lo que hace que muchos padres no dediquen el suficiente tiempo a sus hijos sobre todo para comunicarse con ellos.
La sociedad transmite valores que pueden desembocar en violencia. En muchas ocasiones los medios de comunicación son una influencia negativa. Por ejemplo, en muchas series, películas o programas de televisión, se muestra la búsqueda del “verdadero hombre”, representando una figura agresiva, implacable, segura de sí mismo, que no muestra sus sentimientos y que pretende el dominio del otro. Este estereotipo y la lucha en muchas actividades por el hecho de que siempre haya un vencedor y un vencido debemos cambiarlo e intentar buscar formas de expresión más cívicas.
Además, existe una tendencia a considerar lo diferente como malo, a mirar y valorar a personas diferentes a nosotros y distintas culturas como algo negativo. Debemos verlo desde lo que realmente es, un enriquecimiento de la cultura y, sobre todo, respetando las diferencias que puedan existir. También se debería evitar la violencia televisiva y los padres deben controlar que sus hijos no posean juguetes y juegos bélicos que no transmiten ningún valor positivo.
Por otra parte, como se indica en el artículo, en las escuelas también se transmite violencia en muchas ocasiones desde los estereotipos sexuales. Esto cada vez se trata de evitar más ya que es el objetivo que se persigue, educar a alumnos y alumnas de la misma forma.
La educación para la paz y la educación para la no violencia deben comenzar desde la educación infantil donde los niños y niñas comienzan a adquirir su formación y principios. Es muy importante plantearles a los niños alternativas para resolver los conflictos de forma constructiva, tanto en el colegio como en casa.
Algo muy interesante que plantea el artículo son asociaciones erróneas relacionadas con la violencia que solemos hacer. Hay que distinguir entre conflicto, agresividad, violencia y paz.
El conflicto es una situación de confrontación entre dos personas con diferentes intereses que no tiene porque causar violencia. Es más, el conflicto puede favorecer el diálogo entre los alumnos y permite el desarrollo de actitudes y valores positivos encaminados al respeto, el compañerismo y la convivencia.
La agresividad, desde un punto de vista natural, tampoco es igual a violencia ya que tenemos aptitudes para rectificar nuestra conducta antes de que se produzcan actitudes de agresividad.
La violencia es un fenómeno social, psicológico y educativo que provoca una situación de desigualdad en la que suele haber un agresor y un agredido. La paz surge en contraposición de la violencia. Pero también está relacionada con otras connotaciones negativas que pueden existir en una sociedad como no pobreza o no hambre. Para perseguir la paz surgen numerosas asociaciones pacifistas, organismos como la UNESCO, personajes o movimientos.
En el artículo también se dan unas claves para enfrentarse a situaciones de violencia y para prevenirlas. Hay que delimitar la naturaleza del fenómeno, analizando qué tipo de personas tienen más posibilidades de ser víctimas, teniendo en cuenta los posibles núcleos de exclusión que pueden tener lugar en la escuela. Es muy importante analizar los distintos elementos que forman parte de una situación de violencia. Hay que tener en cuenta cómo afronta la situación cada persona y cómo intenta resolver el problema, prestando también atención a todo el proceso y, especialmente, al problema. Hay que analizar los motivos que dan lugar a una situación violenta.
Desde el tratamiento educativo hay que ver separadamente esos tres aspectos presentes en el conflicto y clasificar el origen, la estructura y la magnitud del problema.
Los docentes deben intervenir en el proceso de enseñanza-aprendizaje basándose y favoreciendo la cooperación y colaboración entre los alumnos y de éstos con los educadores. Además, deben llevar a cabo una intervención para una convivencia democrática ya que deben abordar los conflictos que surjan de forma objetiva.
El artículo me ha parecido muy interesante ya que la temática que aborda es un tema actual que suscita muchos debates y reflexiones. Además, al tratar el tema de la violencia desde el punto de vista educativo también me hace reflexionar más ya que yo soy maestra y me puedo encontrar en un futuro con situaciones violentas dentro del aula.
La educación en valores es muy importante y debe jugar un papel fundamental en los colegios ya que se centra en la transmisión de valores que facilitan la convivencia entre las personas basándose en el respeto de los derechos humanos. La educación en valores y para la paz es una tarea de todos. La labor de los docentes debe continuar y ser reforzada en casa por los padres y las familias.
Creo que es muy importante que desde los primeros años escolares los niños y niñas desarrollen una actitud reflexiva, que conozcan sus derechos, adquieran valores positivos, acepten las diferencias, aprendan lo que es el respeto y traten de resolver los conflictos a través del diálogo. Los niños con la ayuda de los padres, educadores y personas que conviven con ellos aprenden lo que está bien y lo que está mal. Para educar a los niños en valores es esencial conocer esos valores y transmitirlos a través del ejemplo.
Estoy de acuerdo, como se indica en el artículo, que la educación para la paz y la convivencia debe trabajarse diariamente. Además, es un tema transversal aceptado en el currículum. Los educadores tenemos mucha responsabilidad en la formación de las futuras generaciones, pero no sólo en la formación académica, sino también en algo tan importante como la formación personal. Debemos inculcar a nuestros alumnas valores positivos de respeto, colaboración, tolerancia, convivencia… Este tipo de educación es tan importante y fundamental que en los centros educativos españoles ya se imparte una asignatura dedicada a la educación para la paz y la convivencia.
Estoy de acuerdo con la autora del artículo que en las universidades se debería impartir también esta asignatura a los futuros docentes. Si es cierto que durante la carrera se abordan estos temas pero quizás una asignatura dedicada específicamente a este tipo de educación sería bastante beneficiosa y formativa.
Los docentes debemos educar para la autonomía, para la empatía y para la cooperación, pensando que tenemos un peso muy importante en la formación de nuestros alumnos y en la sociedad.
Entre todos debemos luchar porque estos valores imperen en nuestra sociedad y no tengamos que seguir escuchando cada día noticias relacionadas con la violencia, la falta de respeto, situaciones de racismo y de discriminación. Todos somos personas, diferentes pero personas, debemos respetarnos para llevar a cabo una convivencia adecuada y para conseguir la paz universal.